El Diamante y el Amor.
Hoy en día, el diamante es la joya más preciada. Su belleza lo hace irresistible a la ambición de cualquier persona. Es el regalo perfecto para un amante, símbolo de uno de los sentimientos que mueve al mundo, el amor.
La joya más cara del mundo tiene características que las personas asociamos en el amor. Primero, la dureza, que hace que este sólo pueda ser pulido con otro diamante, simboliza a la pareja. La necesidad del uno sobre el otro y la calidad de la relación.
En segundo lugar, su resistencia, que hace creer que un diamante es para siempre, demuestra el deseo de estabilidad y perdurabilidad que se anhela para esa historia de amor. Y por último, su belleza y exclusividad, que realzan la peculiaridad de la pareja que tenemos a nuestro lado.
Para medir la calidad de una roca es necesario tomar en cuenta cuatro características clave:
Corte: Es sumamente importante, pues de éste depende una de las cualidades más admiradas del diamante: su brillo. La luz entra en la parte alta de la piedra, llamada corona, y se expande según la cantidad de cortes y ángulos de entrada. Existen siete: redondo, marquesa, pera, corazón, oval, esmeralda y princesa.
Color: A pesar de que la mayoría parecen blancos, todos incluyen algún resto de amarillo. Aunque los más puros y cercanos al blanco suelen ser los más costosos, uno amarillo intenso puede llegar a ser muy caro. Los de fantasía incluyen tonos como rosa, verde, azul y negro.
Transparencia: la mayoría tienen defectos diminutos llamados inclusiones, que pueden ser partículas de metal en su interior o roturas.
Quilataje: se refiere al peso de la piedra.
NEREA FERNANDEZ“ El amor debería ser como un diamante, eterno e infinito, con esa dureza y esa belleza, puro y cristalino, porque eso es el amor, un diamante muy valioso, el amor es el mejor de los tesoros, la mejor joya y el mejor regalo que te pueda dar la vida. ”
NEREA FERNANDEZ